La primera parte del horneado es donde definitivamente sabremos si hemos realizado correctamente todo el proceso para obtener una buena hogaza, aunque ya antes tendremos signos claros sobre ello. Cuando introducimos el pan en el horno, este debe de estar precalentado a temperatura máxima y con un recipiente en su base con agua para generar una buena cantidad de vapor para evitar que en la superficie del pan se forme una costra prematura impidiendo que el pan crezca bien. El pan va a crecer hasta que en su interior se superen los 60 ºC aproximadamente, temperatura a la que los fermentos mueren. Este proceso dura unos 20 minutos, dependiendo del tipo de pan. Durante este tiempo, es importante apagar la parte superior del horno (el grill), ya que este se come el vapor que estamos generando desde la parte inferior. Si el horno dispone de una salida de vapor / gases, es muy recomendable que la tapéis con un papel de aluminio o invento parecido, ya que de esta manera todo el vapor generado se queda en el interior. Pasados estos 20 minutos, para que se acabe de cocer el pan y se forme una buena corteza, abrimos la salida de gases, quitamos el recipiente con agua, disminuimos la temperatura del horno a unos 190 ºC y continuamos horneado con calor inferior y superior.
Muy bueno! ¡Felicidades por tu blog!
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante el vídeo. Gracias!!
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